Hay que mantener la identidad del equipo y a la vez crear una novedad para generar expectación. En el caso, tomando el color morado como principal, y el blanco como secundario, a la inversa que los madrileños. Este suceso es recordado, como uno de los episodios más tristes, de la historia del fútbol nacional. “Ellos son de una raza especial, no ven a sus equipos como empresas. En 1979 cambia nuevamente su nombre y se convierte en Municipal San José y al igual que en la campaña de 1965 el equipo desciende a la Segunda División, pero su regreso no tardaría mucho.