Rebotó entre varios equipos de las ligas inferiores de Italia mientras estuvo en activo, a menudo como suplente, pero no luce la camiseta del Rayo por sus méritos futbolísticos, sino porque no había más jugadores. Inclusive recuerda con lujo de detalles el algodón rústico, de piqué, de la camiseta de Argentina en el 78. Allí hizo su primer contacto visual con las armaduras, como llama a las casacas.