La capacidad del estadio quedó para albergar a 26 512 espectadores, cifra establecida tras la colocación de butacas en todo su recinto en 1995, para cumplir así con las normas de la FIFA. El fútbol que le gustaba a Cruyff que jugasen sus equipos estaba basado en dos grandes conceptos: el juego ofensivo y de control y las innovaciones sobre el campo.